Este título tuvo lugar en una exposición de pinturas presentada en la escuela donde trabajo.
La exposición fue el cierre de una actividad que realicé con mis alumnos y quiero compartir con los lectores porque de alguna manera ella ilustra un modo de pensar nuestras prácticas, quizás parecido a muchos de mis colegas. Espero que disfruten del trabajo de ellos, como lo hicimos en nuestra comunidad educativa.
La misma surge de creer que es fundamental abordar los contenidos que provienen de un área haciéndolos dialogar con los que provienen de otras sin abstraer el concepto a una realidad sino hacerlo converger con otras en algún punto.
Tengo a cargo el área Lengua y me gusta confrontar los contenidos conceptuales y los procedimentales con otros, sabiendo que estos también prestan nuevos modos de interpretación, de producción, de exposición, de presentación de textos. Donde fluye lo subjetivo, lo ideológico, lo polisémico.
La fotografía, las películas, los videos clips, los murales o cualquier otro modo de expresión artística se nos presentan como recursos muy enriquecedores para llevar a cabo esta tarea al mismo tiempo que nos permite abrir un abanico de posibilidades críticas y creativas donde todos los alumnos en algún momento podrán demostrar su fortaleza. Y esto último me parece muy importante si consideramos que la escuela es un lugar para todos, donde cada uno puede hacer escuchar su voz distinta de la otra y expresada de diferentes formas. Es un modo interesante de democratizar el saber y aumentar la autoestima de nuestros alumnos muchas veces devaluada.
Hay muchos chicos que si le ofrecemos un lápiz y un papel y le pedimos que redacten una idea pueden expresar pocas palabra por escrito pero es factible que logren trasmitir de un modo único y a veces sorprendente una síntesis perfecta de aquello que no pudieron expresar, desde otros lenguajes. Lo que nos demuestra que tenían postura tomada sobre el tema, la dificultad se presenta en el modo de expresión, no en el de interpretación.
La experiencia que detallaré a continuación, creo, cumple con los objetivos antes mencionados al mismo tiempo que pretende también trasmitir bienes culturales, como son el goce por la valoración estética y el legado histórico.
La actividad comienza una mañana desarrollando el contenido conceptual las funciones del lenguaje y más específicamente la función poética con sus características; a mi entender la más interesante porque se ponen en juego la polisemia y la subjetividad.
Uno de los textos elegidos para abordarlo, fue la poesía de Federico García Lorca, “La Rosa”.
En el poema el poeta describe cómo se modifica la flor en el transcurso del día, teñida ésta de una valoración subjetiva del artista.
En ese momento me pareció muy oportuno relacionar el impresionismo pictórico como otro modo de expresión, otro modo subjetivo de ver y plasmar la realidad.
Ese día sin profundizar los introduje brevemente en el tema, luego realizamos en clases posteriores lectura sobre material investigado (fundamentos, técnica pictórica, representantes del movimiento).
Cuando analizábamos en las poesías la subjetividad del poema les resultaba muy difícil comprender algo tan abstracto, especialmente porque ven objetividad en todas partes.
Finalmente decidimos sellar con los alumnos un instante de luces y sombras de un modo íntimo, personal según lo apreciaran sus emociones y sentidos.
Culminamos la actividad exponiendo los trabajos transformando el SUM (salón de usos múltiples) en una galería de arte a la que titulamos “cuando los poetas pintan con palabras y los pintores hacen hablar los pinceles”.
¿Por qué circunstancia o motivo, si sus retinas captan del mismo modo la luz y de igual modo los colores, si todos estuvieron en el mismo instante y en el mismo lugar, si coloqué en cada una de sus paletas los mismos colores…?
…¿Qué misterio los lleva a plasmar realidades tan diversas, con diferentes tintes y matices…?
Quizás haya sido la manera más significativa y concreta de vivenciar ese contenido tan abstracto llamado subjetividad.
Poema trabajado:
La rosa
Cuando se abre en la mañana
Roja como sangre está
El rocío no la toca
Porque se teme quemar.
Es dura como el coral.
El sol se asoma a los vidrios
Para verla relumbrar.
Cuando en la rama empiezan
Los pájaros a cantar
Y se desmaya la tarde
En las violetas del mar
Se pone blanca, con blanco
De una mejilla de sal
Y cuando toca la noche
Blando cuerno de metal.
Y las estrellas avanzan
Mientras los aires se van
En la raya de lo oscuro
se comienza a deshojar.
Federico García Lorca
Uno de los textos trabajado con los alumnos que en cierto modo muestra de qué modo podemos hacer dialogar el arte literario con el pictórico y los rasgos que los hermana.
IMPRESIONISMO
Movimiento pictórico surgido en Francia en la segunda mitad del siglo XIX.
En nombre de la espontaneidad creadora se opuso a las reglas académicas.
La revolución técnica coincidió con una revolución del gusto: los impresionistas se opusieron a la pintura mitológica e histórica y al salir del oscuro taller para pintar al aire libre, representaron el mundo circundante contemporáneo. Fueron más allá del movimiento realista, ya que no pretendían reflejar la realidad objetiva del mundo natural, sino goza de la percepción subjetiva del color en la luz. Por lo tanto, los impresionistas se pueden considerar románticos solamente en el sentido de que conservaron, con la subjetividad de la percepción, la individualidad y el lirismo de la expresión artística.
Las pinturas fueron realizadas al aire libre. Los alumnos podían elegir el paisaje natural que ofrecía el amplio patio de la escuela o un florero sobre una mesa con flores rojas que eran atravesadas por la luz solar determinando en forma definida luces y sombras para que los alumnos pudieran aplicar la técnica impresionista.
Analía .B. Sampaublessi
Prof. de Enseñanza Primaria
Prof. de Lengua, Literatura y Comunicación Social
