Durante la primera parte del encuentro, reflexionamos a partir de la consigna “igual trabajo, igual remuneración”, para pensar los requisitos exigidos y nuestras obligaciones como docentes. “Las condiciones de trabajo, viejas como el funcionamiento del sistema, no están determinadas por la infraestructura, sino por aquello que estamos obligados a hacer. El Estado forma ciudadanía que se genera dentro de instituciones específicas como las escuelas. Quienes llevan adelante esa tarea son los educadores”, dijo al respecto el Delegado Seccional. Por lo tanto, partir de la pregunta “¿por qué nos pagan?”, establecimos una comparación entre los diversos niveles escolares, el origen de los distintos reglamentos que data desde hace varios años e identificamos ciertas cuestiones que tienen que ver con conceptos anacrónicos.
En el segundo tramo de la reunión, analizamos un recibo de sueldo: los componentes, su efecto sobre el salario de bolsillo y su relación con el nomenclador docente que es el listado de puntos que se le asigna a cada cargo dentro del sistema. “Tenemos que saber lo que cobramos, sino no podemos discutir nada”, reflexionó Armando Yualé y Diego Biassotti agregó: “Gran parte de la remuneración está conformada por montos en negro. El Estado que controla que se cumplan las leyes económicas es el mismo que nos paga cifras no remurativas”.
Finalmente, cerramos la jornada con una reflexión y debate entre los asistentes sobre la coyuntura actual y una valoración de las medidas de fuerza y análisis de lo que pueda venir. Además, nos comprometimos a realizar una tercera jornada para visualizar el documental “Ecos de huelga”, el audiovisual que se inspiró en la investigación del historiador casildense Adrián Ascolani, quien reveló cómo los maestros ganaron las calles para luchar por sus derechos después de 16 meses sin poder cobrar.
