Ruiz invitó a pensar a través de teorías vinculadas a cuestiones astronómicas y geológicas. Comenzó el taller exponiendo sobre el origen del sistema solar, definiéndolo no sólo como surgimiento del sol y planetas sino, también, teniendo en cuenta a los planetoides, asteroides, objetos helados y cometas.
“El origen de todo esto es la fuerza de la gravedad que generó ocho planetas, de los cuales se conoce que los cuatro primeros son rocosos y los otros son gaseosos. Es decir, son completamente diferentes. A medida que se van distanciando del sol, va variando la proporción de elementos químicos”, explicó.
Según el investigador, el nuestro está compuesto por 78% de nitrógeno y 21% de oxígeno, se encuentra en la zona Ricitos de Oro que no está ni muy fría ni muy caliente y estas condiciones han permitido el desarrollo de la vida.
Además, detalló que el interior de la atmósfera está conformado por pedazos de roca y polvo que provenían de una estrella que se destruyó. Estos elementos fueron juntándose por atracción, golpeándose, lo cual generó mucho calor, y eso fue produciendo material fundido. Con el tiempo, se fue enfriando y formando una capa de roca exterior. El calor del interior se mantuvo y, de hecho, continúa hoy en día.
Luego, el Doctor en Química, caracterizó a las tres atmósferas que existieron a lo largo de nuestra historia:
– La primera es la que se formó junto con el planeta, compuesta, principalmente, por hidrógeno y helio.
– La segunda, constituida hace 4500 millones de años, fuente material intraterrestre y extraterrestre. Formada por nitrógeno, dióxido de carbono, metano, amoníaco, cloruro de hidrógeno, sulfuro de hidrógeno y agua.
Durante ese período, llovió durante cien millones de años. En ese caldo surge la vida. Debido al enfriamiento por la cantidad de agua, aparece el granito. Por lo tanto, empezó a haber continentes por fuera de la superficie.
– La tercera surge debido a la vida, si no, no hubiese existido. Las cianobacterias empezaron a hacer la fotosíntesis (aprovechar la energía del sol y transformar el agua en oxigeno e hidrógeno), consecuentemente, empezó a haber oxígeno. Los primeros que se conformaron fueron los estromatolitos.
“La gran oxidación fue una serie de momentos donde la vida cambia la atmósfera. Y la atmósfera actual se terminó de definir en este tiempo y dio lugar a que nuestro planeta se vea azul. Por su parte, el oxigeno con la radiación ultravioleta del sol, generó ozono y empezó a haber vida fuera del agua”, detalló.
Diego Ruiz mencionó algunos eventos de extinciones importantes que tienen que ver con la atmósfera y con el interior del planeta:
– El desarrollo de vegetales bajó el dióxido de carbono, por lo tanto, se generó un gran enfriamiento y el 85% de especies se extinguió.
– Se formó Pangea, el supercontinente cuyo continente dio lugar a los continentes actuales, y surgió la extinción Pérmica: 95% de especies que había desaparecieron por una serie de erupciones que cubrieron de material volcánico el planeta.
– La provincia magmática del Atlántico Central, generó la ruptura Pangea y los continentes actuales que se fueron separando y juntando.
– Cayó un asteroide en la península de Yucatán y se generaron erupciones en la India. Se dio inicio de la Glaciaciones con la creación del istmo de Panamá y la redistribución de las corrientes oceánicas.
Durante la disertación, el investigador expuso sobre las capas de la geósfera y definió:
– Corteza: es la capa exterior. Tiene dos materiales principales: el granito (plataformas continentales) y el basalto (zona oceánica). La humanidad, con toda su tecnología, no logró transvasarla.
La corteza es la responsable de que existe la Teoría Tectónica de placas. Esta postura científica se basa en que la corteza está fracturada en varios fragmentos que se mueven, algunos se acercan y otros se alejan, y ese fenómeno da lugar a los sismos, los volcanes, las cordilleras y llanuras, y generó que los continentes se vayan acercando o alejando.
– Manto: es una combinación de la corteza y la parte superior del manto. Todo diamante viene de allí. Se cree que hay tres zonas pero nunca nadie pudo llegar. El calor interior es lo que permite la movilidad continental. La capa de doble prima es una interface entre el núcleo y el manto que larga chorros de magma que van directo a la superficie.
– Núcleo: es el campo magnético terrestre. Es un metal líquido que rota con el planeta y generan campos magnéticos al girar.
El núcleo interno es sólido pero fue líquido originalmente, es decir, se fue solidificando a medida que se fue enfriando.
Finalizando el encuentro, se expuso sobre la composición actual de la atmósfera:
78,03% Nitrógeno
20,99 Oxígeno
1 – 4 Agua (troposfera)
0,94% Argón
0,03% Dióxido de carbono
0,00123% Neón
0,01% Hidrógeno (termosfera)
0,0004% Helio (termosfera)
0,00005% Kripton
0,000006% Xenón
0,00001% Monóxido de carbono
0, 0002% Metano
0,00005% Óxido nitroso
0,000002% Dióxido de nitrógeno
0,000001% Yodo
0,000007% Ozono (estratosfera)
También, se subrayó que las capas se dividen en cinco ya que la temperatura a medida que va ascendiendo. Serían las siguientes:
Troposfera. Capa de abajo donde sucede el clima: maneja los vientos y el contenido de humedad. Casi todo el aire está concentrado ahí por una cuestión de gravedad.
Estratosfera. Ocurre la generación del ozono que se está generando constantemente.
Mesosfera. Donde ocurren las estrellas fugaces. También ocurren los eventos luminarios transitorios.
Termosfera. Tiene lugar la ionización que se alienan con el campo magnético y se generan aureolas.
Exosfera. Allí comienza el espacio. Donde están los satélites geonacionales.
El autor concluyó haciendo referencia a la importancia de la atmosfera y a sus principales funciones: el insumo para la respiración y fotosíntesis, la protección y el mantenimiento de la temperatura adecuada.
Con un auditorio repleto, dejando lugar a los posibles interrogantes suscitados durante la charla, Ruiz agradeció la convocatoria y firmó ejemplares a los asistentes.
