Andruetto: “Tengo que hacer una construcción lectora atenta y no dejarme colonizar”

El viernes 1 y sábado 2 de junio de 2012, la reconocida docente y escritora María Teresa Andruetto participó de una serie de actividades organizadas por AMSAFE Caseros.

Los encuentros tuvieron lugar en la sala de conferencias “Pedro Martí” repleta de maestros y estudiantes.

Durante primera actividad, la profesora Beatriz Ré coordinó una conversación distendida con la escritora. Comenzaron hablando sobre su infancia y su vida en el pueblo Oliva.  En relación a sus primeros vínculos con la palabra, manifestó: “Todas las personas cuando contamos cosas de nuestra infancia, estamos construyendo una ficción con nuestras impresiones. Ya darle forma a nuestros recuerdos para transmitírselos a otros, significa construir un relato. Uno elige un punto de partida. Cuando uno escribe, uno elige, como nacimiento de sí de su relación con las palabras, un mito fundante. La escritura es, en cierto modo, un extravío en que uno se va y regresa.”

Andruetto fue parte integrante del nacimiento del Centro de Difusión de la Literatura Infantil en la ciudad de Córdoba (CEDILIJ), en los momentos de la recuperación democrática (1985), y de la revista Piedra Libre. “Esos años fueron los años del nacimiento del campo de la literatura infantil como campo de estudio. Nosotros los vivimos como una especie de militancia por el libro”, recordó.

Según la autora, es muy importante la creación de esos espacios dado que la función de mediación de lectura es central para la construcción de un buen lector: “Uno teje puentes entre libros y adultos. Se trata de construir un lector al que no le dé lo mismo un libro que otro, que piense, que se pregunte y que entre en discusión consigo mismo”, expresó y agregó: “Nuestro poder individual es pequeño pero en conjunto tenemos mucho poder de ir construyendo una mejor literatura y una mejor industria editorial que esté al servicio de buenos libros. La calidad articula con quien la consume. Tengo que hacer una construcción lectora atenta y no dejarme colonizar.”

Luego, dialogaron sobre la relación conflictiva entre la lógica del mercado editorial y la calidad literaria. La ganadora del premio Hans Christian Andersen detalló que un escritor no es un fabricante de libros y que no todo lo que está en libro es literatura. Es decir, todo el tiempo hay una activación de lo que puede consumir el otro, como un detector de intereses. Somos nosotros el rehén al que se intenta llegar desde todos los lugares. Pero el problema surge cuando los escritores venden el deseo de escribir. “Un buen libro es un libro que no se gasta en la primera lectura sino que le queda un resto para seguir interpretando. La literatura está llena de contradicciones y ambigüedades. No se ocupa del deber ser”.

María Teresa se define como una persona que busca, más que una persona que espera.

Incluso, hay un tema recurrente en sus libros que es el viaje, como una búsqueda. Para ella, el lector recurre a la ficción a la manera de un «viaje interior». “Todas las culturas tienen ficción. Donde nace una sociedad también nacen las historias. Donde hay un pueblo, hay un mito de origen. Existe una necesidad muy humana para que esté en todas las culturas. La ficción es una forma de construir nuestras verdades, es una manera de imaginar otros posibles. El imaginario cumple una función muy importante en el humano, nos distingue de los animales. Es una manera de suspender por un momento “la pesada flecha de lo real” para imaginar otros derroteros. Ser humano es poder conjeturar otras posibilidades”, concluyó.

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