Galarza: “La astronomía en la escuela es una llave para entusiasmar al alumnado”

Durante el mes de agosto de 2019, realizamos dos jornadas del taller “Astronomía en la escuela. Una herramienta didáctica” coordinado por el aficionado y docente, Sergio Galarza.

Cada reunión tuvo un desarrollo teórico y práctico.En el primer encuentro se trabajaron las siguientes temáticas: el paso del sol, las estaciones (equinoccios y solsticios), relojes de sol, sistemas de coordenadas, el tamaño de la Tierra, la distancia a la luna, la distancia al sol, planetas y estrellas, constelaciones y el zodíaco. En el segundo encuentro, se abordó la astronomía de posición, distancias y brillos, las magnitudes celestes, la física en las estrellas y la química nocturna, entre otros.

La disertación comenzó con la pregunta ¿por qué la astronomía sirve en el aula? “Porque no hay ningún chico que no deje lo que está haciendo para hablar de estrellas y planetas. Y a través de estos temas, podemos incorporar otros vinculados a los que queremos trabajar en la escuela”, reflexionó el especialista.

Luego mencionó un problema fundamental a la hora de dar clases: las actividades planteadas en las instituciones educativas tienen que ser de día. Por lo tanto, informó sobre la existencia del programa Stellarium (https://stellarium.org/es/), un planetario de código abierto para usarlo en la computadora. “Muestra un cielo auténtico en 3D, tal como lo que se ve a simple vista con binoculares o un telescopio. Es decir, me puedo situar en cualquier lugar de la tierra, en cualquier momento, y mostrar el cielo que se observa desde ese punto”, detalló.

Posteriormente, teorizó sobre los sistemas de coordenadas y cálculos diversos al alcance del patio: “Cada vez que amanece el sol está a una altura distinta. Si yo lo observo cada día a la misma hora, veo que hace un 8 en el cielo”, detalló y agregó: “No es la cantidad de luz lo que cambia la temperatura de un área geográfica, sino el ángulo con que los rayos del sol inciden sobre la superficie”.

También manifestó que “en la Tierra hay una fuente de luz que ilumina la superficie terrestre. A esta se la puede cuantificar para trabajar en Matemática”. Consecuentemente, el orador indicó que los relojes de sol son unos elementos fabulosos que permitieron predecir las estaciones y los días del año en la antigüedad. “Están formados por dos elementos: el estilo que va a proyectar una sombra y otro llamado cuadrante, en donde la sombra va a ser proyectada. Para fabricarlo en el aula, tomamos una hoja de papel, la doblamos por la mitad y a una de esas mitades la doblamos en un ángulo determinado formando una solapa. Para que funcione correctamente en el hemisferio sur, debemos orientarlo con el vértice del ángulo menor en dirección al ecuador”, instruyó a los asistentes.

Finalmente aclaró que “para conocer la posición de la Tierra en una hora determinada, podemos utilizar una esfera cualquiera y pegarle encima un reloj de sol en un punto que simbolizará nuestro país y la hora real. Por otro lado, apoyamos en el suelo otro reloj de sol que representará la hora falsa y nos fijamos en dónde se sitúa la sombra en el cuadrante. Teniendo en cuenta esto, tomamos la esfera con el reloj pegado y tratamos de copiar la misma sombra”.

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